martes, 17 de abril de 2007

Camus no queria ser funcionario


Camus utilizó el mito de Sisifo de manera ilustrativa para plantear lo absurdo de la vida moderna que se consume en dinámicas deshumanizadas/antes.
Si la vida es absurda quizás el suicidio lo sea menos...quizás.
El asunto es que Albert no sabia lo que hoy sabemos.
Sabemos con seguridad que tras la muerte por mano propia se suceden una serie de hechos que pueden tornarse en algo bastante menos llevadero que la "vida".
Culminado el proceso del suicidio y una vez que no se registra pulso en el cuerpo, se pasa a lo que se conoce como "La sala de espera".
Un pequeño cuarto sin ventanas, con sillas incómodas de las que no esta permitido levantarse iluminado por un par de focos fluorescentes parpadeantes.
No hay TV, se escucha malamente atraves de altavoces en el techo música instrumental de fondo extraída del reducido repertorio de "musica de elevador" en un incesante loop.
Nada de revistas del corazón en la mesilla en medio de la habitación, solo brochures informativos de compañias de seguros y planes de pensión.
Solo se puede hablar con la segunda persona a tu lado quedando asi una persona al medio que siempre que inicies una conversacion iniciara otra al mismo tiempo con quien le corresponda de la misma manera, desencadenando un efecto domino obligando a los ocupantes a adoptar posiciones incomodas agachando o echando la cabeza hacia atras subiendo el volumen de la voz. El único tema del que se puede hablar es el tiempo..."Hace calor Eh?".
Hay una puerta, encima de la puerta una pantalla en la que se ve el numero uno
Al lado cuelga un cartel; ESPERE SU TURNO. Debajo, una maquina expendedora de tickets en blanco.

3 comentarios:

david sanchez dijo...

no, no queria ser funcionario...

Carlos dijo...

Entonces ... mejor seguir empujando la piedra

francisca dijo...

una maravilla